Trabajos que se reinventaron en cuarentena.

Sumergidos en la virtualidad

Maite Arana
9 min readDec 1, 2020

Sensaciones indescriptibles, horas en el agua, ecosistemas de otro mundo, la pandemia les quitó todo esto preventivamente. ¿Qué hace el buceo para salir a flote?

Fotógrafo: Pedro Arana

El buceo, también llamado submarinismo, es una actividad profesional o deportiva, que se desarrolla tanto en mar como en lagos, piscinas y alguna especialidad en ríos. Es una actividad de equipo intensivo, porque sin él el soporte de vida no sería posible. Tubo de aire, luneta, snorkel, traje de neoprene, lastre, son algunos de los elementos imprescindibles para poder llevar a cabo un buceo. Pedro Arana, instructor de buceo del Club Minchen-Co, describe concretamente esto: “Todo el equipo, es prisión en el mundo terráqueo y libertad en el otro mundo bajo el agua”

Fotógrafo: Alberto García

Hay que saber que no alcanza sólo con una masa de agua y las ganas para poder bucear, sino que también se requiere de una formación y conocimiento previo, tanto de física como de fisiología, para prevenir incidentes. Si bien el buceo es una actividad segura, quienes se dedican a esto llevan años estudiando y perfeccionándose a medida que la ciencia y los descubrimientos avanzan. Un instructor de buceo, lo primero que me remarcó es que lo principal que hay que entender antes de sumergirse es: P1xV1 = P2xV2, una ley de un llamado Boyle, que relaciona el volumen de un gas a la presión. Así, uno entiende que bucear no es cuestión de hundirse sin conocimiento, sino que, detrás de los buzos, hay toda una profesión.

Aunque lo más importante sea la experiencia bajo el agua, previo al buceo se desarrolla toda una preparación esencial para no cometer errores y estar seguros de lo que haremos una vez iniciada la inmersión. Incluye un ritual y una preparación en conjunto con el grupo, no se prepara de un momento a otro, no es improvisado, sino que puede llevar tiempo de adaptación y conocimiento hasta al fin poder sumergirse en el agua. “Es necesario romper la barrera psicológica que nos suele impedir respirar bajo el agua”, cuenta Pedro, desde su experiencia de hace años.

Pre-inmersión se debe preparar el equipo, chequear cuánto aire tiene el tubo, probar que todo funcione correctamente, calcular cuánto tiempo se sumergirán, hacia qué dirección irán y con quién, que es fundamental.

El buceo no es una actividad individual ni solitaria, sino que, al contrario, siempre se necesita de un compañero al lado para ayudarse mutuamente. El mayor peligro de la actividad se encuentra, justamente, en realizarla solo y creer que no necesitaremos a nadie más al lado.

Bucear permite ser visitantes respetuosos del mundo sumergido durante un momento. El estudio del buceo incluye la concientización del cuidado del medio ambiente. Pedro nos remarca que “Podemos ir siempre, pero respetando, sabiendo que las reglas físicas son distintas y tenemos que ser capaces de observar sin destruir”. La simple observación y la fotografía, es posible bajo, e incluso, si contamos con la nueva tecnología, se puede ir hablando y oyendo. En pocos años, los equipos y materiales evolucionaron, para brindar confort y seguridad, pero también para adaptarse y cambiar su pedagogía.

Fotógrafo: Axel Feuereinsen

Hay muchas especialidades dentro de la actividad, algunas destacables son por ejemplo buceo profundo, buceo nocturno, ecología marina, etc. En cada una, el estudiante, futuro buzo, debe hacer énfasis en aspectos particulares del mundo marino. Las especialidades brindan más conocimiento y experiencia a quién ya es buzo.

Se puede realizar de día, de noche, en invierno, verano. No hay barreras ni climáticas ni horarias para introducirse en el mundo acuático. A su vez, existen dos grandes rubros: Buceo en altura y buceo al nivel del mar. Depende si se realiza en mar o en lago, la experiencia, la preparación y mentalidad para cada buceo será diferente. En el mar, por ejemplo, se debe estar alerta a las mareas y al ecosistema marítimo, en el lago, se debe tener en cuenta, el particular ecosistema lacustre y a qué altura sobre el nivel del mar está el buzo, ya que esto afecta la densidad del aire.

“Cuando buceamos, la puerta de entrada al agua frente a nosotros es ondulante, azul, infinita, sólo una línea nos separa de ese mundo” Los buzos describen el estar debajo del agua como si fuera otro mundo, con otros paisajes y sensaciones. “El buceo es la libertad, la sensación de volar y como bien dijo Jacques Yves Cousteau, en su película El mundo del silencio, el sonido de la respiración los acompaña, convirtiendo el aire que respiran, en miles de burbujas”, comenta Pedro.

Fotógrafo: Carlos Zocchi

La pandemia, tiempos de cambio

En épocas normales, en Cipolletti (específicamente el Club de buceo Minchen-co) se manejaba pura y exclusivamente en la presencialidad. Quien decidía unirse y realizar el curso de buceo, debía asistir a clases teóricas presenciales en el aula del Club Cipolletti, a la vez que leían el material online para luego, rendir el examen final, aprobar y poder recibirse de buzos.

El ritual, y la mejor parte de esta actividad, es la de ir al lago varios fines de semana luego de haber terminado el curso teórico, para así poder realizar las prácticas en aguas abiertas. Se organizan grupos, participan alumnos nuevos y antiguos, instructores, buzos que se suman y familias que van a acompañar. Las salidas también suelen ir acompañadas de un asado y un brindis por los nuevos buzos que se unen a la gran familia.

Una jornada de buceo arranca la noche anterior, obligatoriamente con un buen descanso, buena alimentación e hidratación. Comienza la preparación temprano a la mañana, con el cuidado y chequeo del equipo, propio y del compañero. Todos bajo el sol armando y colocándose el equipo, sufriendo el calor, pero sabiendo que viene la mejor parte. Luego tanto alumnos como instructores pasan horas en el agua, llevando a cabo la parte práctica de su examen. Depende la cantidad de gente, se dividen en grupos, y siempre hay alguien en la orilla destinado a ayudarlos si es necesario.

La actividad termina cuando cae el sol, esa es la señal para empezar a guardar todo, cada buzo arma su bolso, se aseguran de no haber dejado nada antes de que se haga de noche y se despiden del agua, hasta la próxima inmersión.

Actualmente, la pandemia y la cuarentena privaron a esta actividad de su mejor y más importante recurso, las aguas abiertas y el trabajo en equipo. Al principio, cuenta Pedro, que era imposible pensar en seguir desarrollando esta actividad en cuarentena, sin la parte práctica. Sin embargo, le encontraron la vuelta a la privación de no poder ir al lago ni a la piscina “Nos dimos cuenta de que el buceo empieza en las aulas, en el estudio, en el conocimiento.”

El principal objetivo al comienzo fue que no se pierda la relación y el grupo social que lleva tantos años juntos. Comenzaron a armar reuniones privadas entre buzos conocidos, éstas se hicieron cada vez más recurrentes e interesantes, y los instructores del Club Minchen-Co se dieron cuenta que podrían funcionar las clases virtuales.

La virtualidad les permitió organizar entrevistas con médicos y profesionales del buceo de todo el país, convocar a quienes quisieran oír e informarse y generar un espacio de reunión social. Desde el Club se reforzó la enseñanza teórica entre quienes ya eran buzos y quienes aún no.

Así, con una idea en la cabeza empezaron a planear, difundir y rearmar las clases para un formato, por el momento, exclusivamente virtual.

Sintieron que sonaba un poco ridícula la publicidad, ¿Cómo la gente iba a entender que el buceo se puede llevar a cabo también desde su casa? Incluso, cuentan los instructores, Carlos Zocchi y Pedro, que a ellos también les costó pensar en una enseñanza estilo home-office, no podían imaginarse sin el contacto con el agua.

Así, tanto profesores como alumnos no tuvieron más opción que indagar entre los recursos que ofrece internet y seguir llevando a cabo esta actividad, descartando la posibilidad por ahora de sumergirse.

¿Y qué pasa en otros lugares?

Mientras tanto, alejándonos de la ciudad de Cipolletti, llegamos a Las Grutas y vemos cómo se están manejando con la nueva normalidad.

Claudio Barbieri está a cargo del centro de náutica y buceo de Las Grutas, llamado Cota Cero. Ellos brindan cursos, bautismos para turistas y atención a las escuelas o grupos de buzos certificados, tanto del país como del exterior. A su vez, Claudio, junto con otras empresas, crearon y manejan el mayor parque subacuático de Sudamérica con 4 embarcaciones sumergidas.

Durante la pandemia sus actividades marítimas estuvieron abocadas al hundimiento del último barco, llamado Polarborg1, ya que, al no tener la posibilidad de recibir gente, para realizar bautismos, salidas o cursos, quedaron aislados y en pausa por un tiempo.

Cuenta que hoy en día, los protocolos para continuar la actividad normalmente no se saben, “hace un par de meses nos habilitaron para trabajar a nivel municipal, estamos dando algunos cursos, este mes se habilitó el provincial y en diciembre se abriría a la Nación”

Explica que la actividad del buceo es una actividad que siempre estuvo y está protocolarizada, sobre todo, y más aún para quienes se manejan con estándares internacionales. “Por eso no es para nosotros una dificultad adaptarnos a esta situación, hay algunas cosas que vamos a tener en cuenta, sobre todo lo del distanciamiento, la limpieza de los equipos y usar barbijo, pero no mucho más”

Además, cuenta que está comprobado que el COVID-19 no contagia bajo el agua, mucho menos en aguas saladas y tampoco en piletas, que siempre suelen estar mantenidas con cloro, incluso desde antes de la pandemia. “Por lo cual, aunque aún no hayamos empezado, desde ese lado no va a haber grandes cambios, puede haber cambios en el sistema de atención al público, pero no va a pasar de ahí.”

Aunque también plantea una nueva incógnita ¿Qué pasa con los buzos que sí tuvieron COVID? “Hay un aspecto que sí es importante y que las escuelas y operadoras deberán tener en cuenta. Y es qué pasa con el que tuvo covid, eso está en los primeros estudios que tiene que ver con las secuelas que deja en la persona, ese sí es un capítulo en suspenso para tener en cuenta.”

Desde la asistencia mundial para los accidentes de buceo, DAN (Divers Alert Network) informan los protocolos y pautas tanto para cursos, evaluaciones y seminarios:

“Sesiones en el aula → respetar las regulaciones gubernamentales y la normativa local, cada participante debe cumplir con el cuestionario médico sobre COVID-19, todos los espacios deben poder cumplir la distancia social, es obligatorio desinfectar los materiales antes de que los use otro y no distribuirse.

Sesiones en piscinas/aguas abiertas → cada participante usa sólo su propio equipo, si un ejercicio requiere de poca distancia o contacto directo tanto alumnos como profesores deben simular la actividad con la máscara y el regulador, si no se puede garantizar la distancia deberán evitar los ejercicios en la superficie.”

Hasta el día de hoy, la pandemia impide a los buzos poder disfrutar de las salidas de fin de semana al lago Mari Menuco, los viajes a Traful y a Las Grutas y las tardes de clase en el aula. “Nos quedamos sin una rutina que ya era propia, nos la habíamos adueñado y es difícil imaginarse, sobre todo un verano, sin esas salidas de asado y buceo.” Cuentan quienes practican la actividad.

Si bien aún no hay un panorama claro, se está trabajando en generar protocolos para garantizar la seguridad de todos. Mientras tanto, las aletas, el traje y el tubo están en un rincón, esperando para poder sumergirse en las profundidades junto con los buzos.

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

--

--

Maite Arana
Maite Arana

Written by Maite Arana

Cipolletti, Argentina. Comunicación Social, UNCO. Periodismo. 23 años.

No responses yet

Write a response